Capitulo XLV ~ Una extraña se cuela en mi cabaña y un deseo de muerte

Pasaron por lo menos  4 días. 4 días que estuve encerrado prácticamente en mi cabaña. Por suerte teníamos una zona llena de escritorios y aunque siempre estuvieran llenas, encontrabas un sitio.
Estos últimos 4 días como ya dije estuve aquí encerrado como algunos de mi cabaña. Eramos literalmente ratas de bibliotecas. Pero para mi suerte hoy se celebraba el juego de Capturar la Bandera, así que tendría la cabaña para mi solo.

Pasadas unas horas Quiron llamo a todas las cabañas para que fueran a entrenar un poco antes del juego.
Yo en cambio estaba sentado en mi escritorio mirando y removiendo papeles. No podía dejar que mi hermana desapareciera, y aunque había mostrado mi lado mas...amable y simpático a todos, dándoles indicios de que estaba perfectamente y que me había olvidado de ella, era mentira. Estaba planeando algo. Algo que la haría volver.

La puerta de mi cabaña se abrió de golpe y yo me levante sacando un puñal que siempre escondía debajo de mi escritorio por precaución. Le apunte con el.

-¿Quien eres? ¿Y que haces aquí?

-Soy Norah, hija de Nemesis, te suena?-Sonrió vacilante, eso era algo que no entendía, porque ellos se creían mejores? -Lo que hago es avisarte...Em...Jace verdad? El chico que perdió a su hermana.

-Aun no la perdí.-Dije apretando los dientes acercándome al igual que ella a mi.-¿De que me quieres avisar?

-Pues mira, de que tu y tu hermana tenéis la Maldición de Nemesis, y la quiero.

-¿Que maldición? ¿Y como que nosotros la tenemos?

-Idiota, me extraña que no la conozcas. Mi madre es la diosa de la venganza, tu y ella provenís
de...una pareja especial-Sonrió como si fuera una bruja, y la verdad es que lo era.

-¿Porque? ¿Tu que sabes de mis padres?-La puse el puñal debajo de su ojo. Amenazando con meterle la punta.
Se rió
-Un padre que estuvo en el ejercito, donde hay venganza a rebosar y tu madre diosa de la sabiduría y la guerra. Es normal que sus hijos salieran con venganza pero no pensé que mi madre hubiera malgastado algo de su poder con vosotros.
-¿Y eso a mi que me importa?
-¿Tu hermana tenia sed de venganza no te contó nunca una historia? ¿Algo que le sucedió? A ti te pasara lo mismo, pero para vengarla a ella. La ira y venganza se apoderan de los Anderson, Jace. Estas maldito.-Sonrió

Las palabras de mi hermana resonaron en mi cabeza, viniéndome el recuerdo de unas de las ultimas cosas que me contó. "Dragones. Uno de ellos mató a nuestra líder. Era mi mejor amiga, siempre me apoyó, hasta cuando los demás querían decapitarme. Tenía que vengarla. Haría lo mismo contigo, si murieses por culpa de alguien o algo, recorrería todo el  mundo hasta dar con él y matarlo."
La frase "Tenia que vengarla" resonó en mi cabeza hasta que se fue haciendo eco en ella. Quizás era verdad que estábamos malditos? 


Apreté los puños quitando le el puñal de la cara.

-
Dijiste que la  querías. ¿Como piensas hacerlo si la tengo yo?-Ella se limito a darme un botecito pequeño de cristal con una sustancia de color agua verdoso. Veneno.-¿Para que me lo das?

-La maldición o te la echan o la puedes pasar, pero solo cuando te estas a un minuto de morir. Y a ti, Jace, o te matara la maldición/La venganza, el veneno, o yo.


Se fue hacia la puerta tranquilamente mirándome por encima de su hombro, mientras los dos nos mirábamos fijamente.


-Espero mi maldición ansiosa.-Y eso fue lo ultimo que dijo.


Horas mas tarde me fui a dar un paseo con el bote de veneno en el bolsillo. Esa tal Norah quería algo que estaba dentro de mi cuerpo de mi alma y de mi mente. Si lo quería tendría que pagar un precio justo. Me fui al lago alejándome del bosque donde se celebraría el juego. Me quede de pie mirando el agua, pensando en todo. Encajaba perfectamente lo que había dicho Norah, siempre habíamos tenido sed de venganza. Una imaginable, pero nunca me había fijado hasta ahora.


-Hola-Dijo una voz un tanto grave y preocupada. Mire hacia atrás  viendo al chico que me había sacado de mis pensamientos. 

-Soy Garred, el chico que vino de la misión con las chicas.Encantado-Me estrecho la mano antes de que pudiera tendérsela.

-Encantado, yo soy Jace-Me frote la mano una vez se la solté.


-¿No vas al juego?


-No me apetece, tengo muchas cosas que pensar, que planear.


Se rió en voz baja mirando el agua.


-¿Que te parece tan gracioso?


-Tus ideas. Se que quieres morir con el veneno que te dio Norah, no le piensas dar nada, se que quieres recuperar a tu hermana y si tienes que negociar con Hades le darás tu vida a cambio que tu hermana vuelva.


-Eres astuto, nunca lo habría Imaginado de un hijo de Ares.


Sonrió satisfecho 


-Ademas de ser tontito puedo ser útil. En la misión que estuvimos, visite al Oráculo de Delfos antes que Nié. Mi futuro estaba claro, debía ser yo quien murió no Fred, un antiguo compañero.  Y esta es mi oportunidad para cumplir mi misión.


-Nunca oí a alguien que tu viera tanto deseo de morir-Dije soltando una risa que no pude aguantarme.


-Tendrá que ver con lo de ser tontito, ya te lo dije. Pero es serio, si alguien se tiene que entregar prefiero ser yo,y cumpliría mi objetivo.


-Esta bien, ya te diré algo, pero no iríamos nosotros dos solos, pueden venir mas. Los necesitamos. Y ya tengo a una chica a la que le encantaría tener una aventura con la muerte-Sonreí viendo pasar a Lexi haciéndose una coleta. Hasta de lejos se le veía preparada dar caña a todos los del juego.


-Suerte para convencerla. y gracias Jace.-Me dio una palmada yéndose al juego.


Mientras yo observe unos minutos mas el agua y a los peces que había, para después volver a mi cabaña y buscar soluciones y hacer planes a los nuevos problemas que me surgieron hoy.

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