Capitulo XLIII ~ La chica Unicornio

Después de llevarme a cortar el pelo, que por cierto tampoco quedo mal, la invite a un helado porque era una pequeña forma de mostrarle que estaba agradecido. Cogimos un helado de fresa fuimos caminando por Manhattan, mirando las tiendas y a los humanos ir tranquilamente. Que fácil debía ser su vida,  podían hacer lo que querían y no se tenían que preocupar por los monstruos.

Pobre mi helado y seguidamente oí como Lexi tosió, la mire alzando una ceja
-Si? Quieres un poco?-Sonreí tendiéndoselo cerca de su rostro-Esta chupado, no creo que Rapunzel lo pruebe


Le sonreí victorioso, pero enseguida ella me callo acercando el helado a sus labios y probando lo.
-Decías algo?-Me sonrió triunfante-Por cierto esta muy rico dámelo.
-No te lo crees ni tu-Le saque la lengua probando lo, alzo una ceja y un escalofrío em recorrió la espalda. Se lo tendí de nuevo y cuando se acerco lo puse sobre mi cabeza. Y sin pretenderlo ninguno delos dos nos quedamos peligrosamente cerca
 Me reí en voz baja mirándola, y ella miro mi helado.
-Eres idiota
-Por...?-No me dio tiempo a acabar la frase ya que se me callo un trozo del helado en la cabeza y me quede de piedra con cara de frió.-Se me congelo el cerebro...
Y por fin ella se rió. Cogió el helado lo probo y me lo estampo en la nariz
-Si, y ahora la nariz también, te lo debía-Me sonrió dándome un empujón apartándome y se me adelanto caminando.

Esto no iba acabar así. Corrí poniéndome detrás con el helado en mano, le puse mi brazo sobre los hombros rápidamente y se lo estampe en la frente quitando el brazo antes de que me matara
-Jace!! Me cago en ti!!!-Dijo corriendo detrás de mi, si había salido corriendo. No quería morir sabéis?
-Pero si pareces un unicornio!! Te queda perfecto!-Dije riendo corriendo hasta un parque donde me subí a un tobogán de niños.
-Vuelve aquí cobarde!-Me miro desde abajo entrecerrando los ojos.
-No seas así, estas muy...Mona?-Sonreí mirándole y baje por el tobogán.
Por desgracia me paro por el brazo de las cicatrices y me tiro al suelo mirándome desde arriba
-No des un paso mas.
-Te recuerdo que estoy en el suelo Einstein.-Me senté como un indio mirándole tranquilo. Mientras se agachaba un poco y me ponía la punta de una daga,(Que quien sabe de donde saco) En la garganta.
-No, me, vaciles.-Me amenazo mirándome fijamente.
-Okey, ahora te calmas?-Sonreí de nuevo-Venga, no me apetece acabar como un pinchito, no ahora que me siento tan bien.
-Y porque?
-No se, me lo estoy pasando bien contigo, y te lo agradezco.
-Pues de nada, me debes  200 dragmas.
-Ja! Ni de coña!! 
-Esta bien, nos vamos al Empire State? Me gustaria verlo.-Me sonrió algo mas amable, se notaba que le costaba. Pero oye yo tenia también  defectos así que no la iba a juzgar.
 Mas tarde nos fuimos al Empire State, era colosal, a mi me encantaba verlo y pensar que a ella también, se me hacia hasta raro no la veía como la chica típica que le encanta ir a ver cosas antiguas. La veía mas de combate.
-Oye-Le di un puñetazo  en el hombro flojo-De quien eres hija?
-Y tu?
-Las damas, primero no?-Sonreí moviendo las cejas
-Eris-Dijo bufando
-Atenea-Dije sonriendo-Aunque ni se nota. No somos buenos luchadores no fabricamos nada...Es un poco estúpido.
-Si-Se rió y le mire por el rabillo del ojo sonriendo.
-Eris, la hermana de Ares, no hay muchos hijos suyos, eres única lo sabes?  Ademas de letal, eres única.
-Gracias, supongo.
Sonrio y asi pasamos el resto de la tarde paseando, viendo el Empire State y luego en un centro recreativo jugando a matar a monstruos con pistolas o conduciendo. Ella hacia siempre trampas porque me empujaba para que perdiera. Hijos de Eris, como no brutos. Pero me lo pase genial y por unas horas me olvide de todo lo que me estaba pasando. Me hizo sentir feliz.

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