Capítulo XXVI ~ Despegando hacia la muerte

Me encontraba en la colina mestiza, con otros 7 acompañantes. Llevaba una mochila al hombro, con víveres, armas y un mapa. Se suponía que tenía que guiarlos. YO tenía las zapatillas y YO tenía el mensaje. Fred lideraba la misión y yo los guiaba. Miré las caras de mis compañeros. La mayoría intentaban parecer valientes, preparados. Pero yo era capaz de ver como se sentían de verdad. Un don, supongo. Todos estaban aterrorizados, sabían que en cualquier momento uno moriría y podía ser cualquiera. Admito que no estaba muy tranquila. Sinceramente, el centauro ese que lidera el campamento es idiota. Como se le ocurre poner a una chica de 15 años, llegada el día anterior al campamento, como guía de una misión para viajar a Europa en pegaso y acabar con un enorme monstruo?
1- No tengo experiencia con mosntruos grandes (a menos que curnte matar a un perro del infierno del tamaño de un rinoceronte)
2- No sé como llegar a Europa EN PEGASO!
3- No uso bien las armas
4- No se adonde tengo que ir (así que de guía...)

-Os veis preparados?- dijo Quirón sacándome de mis pensamientos
Nadie contestó
-No....-dijo Garried, asustado
-Me alegro! Los pegasos saben el camino, con suerte llegareis todos vivos a Europa.Cuidado con los monstruos aéreos. Nos os acerqueis mucho al mar, demasiadas criaturas raras. Entendido? Ah, y al llegar allí, seguid a Nié. Tienes algunas claves para llegar. Parad en Alemania.- después me miró- Ya sabes adonde ir- y me guiñó un ojo- Entendido?
-Si....-dijimos
Subimos a los pegasos, me costó 3 o 4 intentos pero subí. Vi a mis compañeros de nuevo. Nerviosos, asustados, pero preparados. Sabían que tenían que hacerlo, que era un honor. Por que yo no era capaz de pensar eso?
Habían llegado campistas para ver como salíamos, reconocí a Norah y a Mathew. Dioses, no me había dado cuenta. Cuanto hacía que no los veía? Desde que me reconocieron la noche pasada. Iba a irme y dejarlos allí, a saber cuando los volvería a ver, o quizás no....Dejé de pensar en eso.
Miré el orizonte, nubes, un cielo claro. Estaba oscureciendo. Deberían ser...las 19.30.
Pero tenía que hacerlo, era mi misión. No iba a echarme atrás como una cobarde. Iba a hacerlo. Oh si, claro que lo iba a hacer. Pero no solo eso. Iba a conseguirlo, vamos a matar al monstruo, vamos a volver al Campamento Mestizo sanos y salvos y con todos los miembros. Las profecías se pueden equivocar....no?
-Preparados?
*No*
-Listos?
*Mucho menos...*
-A volar! Buena suerte campistas!
*Genial....bueno, a morir!*
Dafne empezó a elevarse rápidamente, tuve que agarrarme fuerte para no caerme.
Vi el campamento desde el cielo. Solo llevaba dos días pero lo consideraba un hogar. Me sentía más acogida aqui en 2 días que en un orfanato 14 años.
Muchos saludaban, seguro que algunos desearían estar en nuestro lugar. Pues no se lo recomiendo.
Sentía que tuviera rinocerontes en el estómago (nada de mariposas), sentía un fuerte dolor en el pecho. La presión. Me abrumaban las dudas.
Y si no los guío bien? Y si fallamos en la misión por mi culpa? Y si muere más de 1 campista? Y si no matamos al mosntruo?
Todo me martilleaba la cabeza, parecía que saltara y rebotara contra mi cerebro. Recordándome toda la responsabilidad que me caía encima.
Intenté pensar con claridad, ignorando todas las preguntas. Ibamos a conseguirlo. Teníamos que conseguirlo.
Mientras intentaba convencerme a mi misma de ello oí un grito.
Jalia se había caído de su pegaso.

Besukis :3, Piper McLean

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